Imaginad que un día os despertáis, como siempre apagáis el despertador del móvil aún algo desorientados y comprendéis tras unos minutos que sí, que hoy también toca. Comenzamos con los rituales diarios previos a comenzar la jornada laboral una o varias horas antes como cada día, con más desazón que esmero, mientras refunfuñamos y pensamos en la pérdida de tiempo que supone la cantidad de cosas que estamos haciendo. Y todo para comenzar con unas labores profesionales que no necesitan de un lugar propio para llevarlas a cabo. Salís de casa, viajáis y al final llegáis a la oficina. De repente os encontráis con que estáis solos y que la única persona que veis es vuestro jefe de sección, el cual os dice que a partir de mañana, todo el trabajo se realizará de forma telemática. Estole ha pasado a los trabajadroes de wordpress.
Parece de ciencia ficción ¿verdad? Obviamente estas líneas que os escribo si lo son, pero como siempre, la realidad supera a la ficción:
Hace unos días nos despertábamos con la siguiente noticia: Automattic cerrará las oficinas de WordPress en San Francisco. No por quiebra, no por falta de espacio, no por falta de trabajadores, ni remodelación ni nada cotidiano; cierran porque tienen actualmente un espacio de casi 1400 metros cuadrados para 5 trabajadores que acuden diariamente a la oficina. 5 de 550 que tienen en plantilla, ya que el resto no tiene motivos para acudir a la oficina. Sí, así como lo leéis.
El CEO del consorcio del que wordpress forma parte, Matt Mullenweg, argumentó su decisión en un podcast en el que explicaba que “tenemos una oficina hace cerca de seis o siete años, un buen alquiler, pero nadie va. Cinco personas van y es de casi 1.400 metros cuadrados. Cada uno tiene a su disposición cerca de 280 metros cuadrados para sí mismos… Hay más mesas de juegos que gente“.
¿Supone esto que el teletrabajo es rentable y está más presente que nunca en el mundo tecnológico?¿Supone esto además que puede llegar a ser NECESARIO?.
Hay otros casos en contraposición como el de Yahoo en 2013, que hizo que sus empleados asistieran a sus oficinas para trabajar, o el de IBM que en marzo de este año volvió a la idea de acercar a sus trabajadores, para que tengan una vida socio-laboral más efectiva.
Sabemos que el teletrabajo puede acarrear una serie de inconvenientes, tales como la mala conciliación de vida laboral y cotidiana, desidía por la acción que estamos llevando a cabo o incluso un riesgo alto de aislación social. También nos encontramos con que puede ser todo lo contrario,y con la posibilidad de ahorrar grandes cantidades de tiempo y dinero, mejor rendimiento y con un recorte de costes en prácticamente todo para las empresas. Además para intentar solventar problemas como la desidía y el aislamiento social que antes comentábamos, empresas como la propia Automattic pagan incentivos a sus trabajadores por trabajar en coworkings o incluso en cafeterías.
Hace unos días aquí en España recibimos la noticia de que el banco Sabadell ofrece la opción del teletrabajo a 5.000 empleados para empezar a experimentar con esta “moderna” (que no nueva) forma de trabajo.
Parece que una vez más la ciencia ficción está condenada a desvincularse de su a veces incómodo sobrenombre para evolucionar en lo que por derecho (la realidad lo está demostrando) es.