En los últimos años hemos sido testigos de cómo ha ido incrementando la búsqueda de los ansiados ‘’Likes’’ o ‘’me gusta’’ tanto en las redes sociales como en diferentes plataformas digitales, llegando a hacer todo tipo de barbaridades para ello.
Pero… ¿Cuál es el límite?
No hay límite, hemos llegado a ver retos que han resultado ser virales, como ingerir pastillas de detergente para la lavadora o retos como el de la canela que en un principio parecían inofensivos, pero que llevados al extremo han resultado muy peligroso. Por ejemplo, el llamado hace años ‘’planking’’ lo podías hacer sobre un cubo de basura o un banco de la calle, pero tambien podrias hacerlo a cientos de metro de altura en el balcón de un rascacielos, cuanto más llamativo mejor.
Viralizar contenidos.
Como vemos, en Internet no hay límites y menos si a cambio consigues viralizarlo, ya seas tu mismo el que lo haces o consigues capturar algo que pueda serlo.
Otro caso cada vez más recurrente en la red para conseguir contenido ‘’viral’’ es grabar situaciones del día a día, no demasiado comunes, para ‘’denunciar’’ esas situaciones ante el ojo crítico de la red.
Este es un ejemplo de ello:
Navegando por la plataforma de Twitter nos encontramos este pequeño vídeo de apena 10 segundo donde podemos ver como un chico graba a una chica por debajo de la falda con el móvil y sólo el hombre de su lado se digna a levantarse para cederle el asiento y que ella pudiera quitarse de ahí.
¿Veis algo raro en todo eso? Si, el vagón está abarrotado de personas y algunas de ellas, la que está grabado sobretodo, es consciente de lo que está pasando, pero decide sacar el móvil y grabar la situación antes de echar una mano a la persona que tiene justo enfrente, ¿por qué? por unos cuantos millones de visitas.
En este caso puede que el vídeo este resubido por otro usuario diferente, pero igualmente, el vídeo acumula 28,8 millones de visitas (más de 108.000 retweets y más de 335.000 me gusta) e igualmente ese vídeo lo ha grabado alguien, sea el que lo está publicando o no.
Les héros ne portent pas tous des caps pic.twitter.com/JoU8eLT0od
— ً (@1mecbanal) July 26, 2019
Grabar por encima de actuar.
Dejando a un lado la decisión de la persona que ha grabado esta situación y lo ha subido a la red, ¿cuál es la respuesta del público? Condenar la situación de la chica olvidando por completo que están normalizando el acto del ‘’no hacer nada’’ para luego ‘’exponerlo’’ ante todo el mundo y poder criticarlo por unas cuantas visitas y likes.
Es realmente triste ver los límites que una persona puede llegar a pasar simplemente para poder subir contenido a la red y el hecho de no tener absolutamente ningún límite para ello no favorece en absoluto a detener todo esto.
¿Qué será lo próximo? ¿Hacer alarde de un asesinato en las redes sociales? Puede que os sorprenda pero, tristemente, esto ya ha sucedido.