¿Recordáis esa película que tanto esperábamos y al final nos defraudó? ¿Esa serie a la que tantas horas de nuestra vida hemos dedicado para que al final todo se tuerza, o esos momentos en los que nos hemos visto gritando a la pantalla frustrados ante lo que estaba pasando?. Y sin obtener respuesta claro. ¿Pero y si os digo que eso podría cambiar?¿No cambiaria esto el mundo audiovisual?.
Muchos de nosotros recordaremos unos libros de aventuras que tan de moda estaban en las décadas de los 80 y 90 en los que no te limitabas a leer lo que el escritor había descrito para nosotros, si no que ante ciertos hechos nosotros podíamos elegir saltar a la página X de nuestro libro para seguir con una aventura totalmente diferente. También muchos de nosotros seguro que hemos disfrutado o disfrutamos de partidas de rol que se basan exclusivamente en esto, en labrar una historia a partir de tus propias decisiones mediante un avatar o en algún buen videojuego RPG.
Pero ¿qué pasa con los audiovisuales? Sería impresionante imaginar un mundo en el que nosotros pudiéramos haber elegido que Neo no eligiera la pastilla roja, que Luke no destruyera la estrella de la muerte o incluso que Frodo nunca completara su misión…
Pues bien, puede que dependa solo de nosotros que esto en un futuro no muy lejano sea una realidad: La gigante Netflix acaba de presentar su primera serie interactiva.
La serie se llama “El gato con botas: Atrapado en un cuento épico” y nace, según explican desde Netflix, ante la necesidad que tienen los creadores de contenido de contar historias no lineales. Desde luego este tipo de propuestas solo las pueden lanzar empresas como Netflix dada su naturaleza.
A esta primera serie se le unirán “Buddy Thunderstruck: La lista del quizá”, disponible el próximo mes y “Stretch Armstrong: The Breakout”, que aún se encuentra en producción y no llegará hasta el año que viene. Por el momento estas series están orientadas a un público infantil, pero si esto sale bien puede que dentro de no demasiado tiempo Netflix se arriesgue a algo más ambicioso.
Puede que esto se quede en una simple anécdota y que dentro de tres meses nadie lo recuerde, pero también puede que esto sea el principio de una nueva forma de hacer material audiovisual o consumir contenidos audiovisual. Quizá esto marque un antes y un después en este loco mundo tecnológico que nos envuelve.